Es un hecho que aplicando la eficiencia energética se pueden disminuir drásticamente los costos de energía y dinero en las empresas, por lo que se debería estar generando todo un movimiento en torno a este tema; ya que -por lo menos a nivel de idea en el papel- cada vez más empresas están pensando en reducir sus costos al usar la energía de manera más eficiente.
Sin embargo, a pesar de toda la evidencia que implica el ahorro energético, se conoce que todavía la mayoría de los empresarios están subestimando los rendimientos de las inversiones en eficiencia energética.
¿Realmente el ahorro energético reduce costos?
Como mencionamos, aunque está comprobado que el ahorro energético reduce costos, muchas empresas todavía no han adoptado esta medida. Eso no quiere decir que no conozcan el potencial ahorro de costos, pero al parecer, piensan que este ahorro es mucho más bajo de lo que podrían esperar; sobre todo para realizar una inversión inicial en materia de ahorro de energía.
Se piensa que la medida de ahorro de costos inicial puede variar ente un 12 y un 20%, un monto nade despreciable en cualquier negocio; no obstante, se han tenido reportes de una disminución de costos de hasta un 48% en las empresas que adoptan el ahorro energético, lo cual ayuda a una recuperación rápida de la inversión inicial.
Estos son números importantes para cualquier tipo de negocios, pero es la subvaloración de los rendimientos de la eficiencia energética lo que hace que las empresas sigan desperdiciando grandes sumas de dinero en facturas de energía.
Desafíos del ahorro energético en las empresas
Destinar fondos para implementar el ahorro energético en las empresas no es el único desafío a los que se enfrentan quienes quieren implementar estas medidas.
La eficiencia energética aún se considera de baja prioridad en muchas organizaciones (a pesar del potencial de ahorro), y junto a ese pensamiento está la percepción de que los viejos hábitos no mueren. Lo anterior es una excusa para no implementar medidas de ahorro de energía, ya que se considera que cambiar las actitudes y el comportamiento del personal es demasiado difícil; y esto puede arruinar cualquier propuesta de eficiencia energética.
Sin embargo, los empleados, lejos de ser una barrera para el cambio, pueden ser los agentes más efectivos para que ese cambio suceda en la empresa; todo se basa en la educación, que ayudará a que cada integrante de la empresa pueda maximizar la eficiencia energética.
Estos cambios pueden darse de a poco, por ejemplo, comenzando con una lista de sugerencias de ahorro energético para que los integrantes de las empresas implementen en el lugar de trabajo.
En última instancia, las decisiones sobre qué dirección seguir se toman dentro de las estructuras de liderazgo de las empresas. En Pymeluz creemos que el liderazgo y la visión es el factor crucial para que tu negocio pueda prosperar o no en la creciente economía verde, y estamos dispuestos a acompañarte en proceso hacia el camino del ahorro energético.